octubre 8, 2015
Los convoco a todos y cada uno a no desviar el camino y volver hacia atrás
Siempre que hemos venido a La Matanza hemos venido a reconocer derechos, a reparar ausencias y abandonos del Estado y no podía ser hoy de otra manera.

 

Palabras de la Presidenta de la Nación en el acto de puesta en marcha del Hospital Dr. René Favaloro en La Matanza. Miércoles 7 de octubre de 2015.

 

 

Muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Intendente de La Matanza; hoy no es un día cualquiera; primero porque estamos aquí, en La Matanza, en Rafael Castillo. Nunca es un día cualquiera cuando uno se encuentra en La Matanza; tampoco hemos venido a dar un paseo, ni a contarles cosas que vamos a hacer; ni tampoco a criticar a otros. No, siempre que hemos venido a La Matanza hemos venido a reconocer derechos, a reparar ausencias y abandonos del Estado y no podía ser hoy de otra manera.

Esto que tenemos aquí no es un decorado de un set de televisión, sino la presentación del hospital “Dr. René Favaloro”, en Rafael Castillo, hospital de agudos, 20.000 metros cuadrados. Una tarde, una de las tantas tardes que había compartido aquí, donde habíamos inaugurado una canilla de agua potable, en un barrio, después de terminado el acto – me dijeron Alberto y Fernando – que el más grave problema que tenía La Matanza era el de la cama caliente, de la falta de camas para la salud.

Y cuando volví a mi despacho, pedí al Jefe de Gabinete que me dijera si nos quedaban partidas para más hospitales y empezamos a revisar y no había y encontramos allí una partida, que estaba destinada a cambiar el Tango 01, ese que otros había prometido vender en la campaña. No vendieron el Tango 01, vendieron casi el país, pero no importa.
Néstor cuando le preguntaron si iba a vender el Tango 01, dijo: “no, yo no lo pienso vender, porque lo voy a necesitar para trabajar, para recorrer el país”. Pero había en ese presupuesto, una partida para cambiar el avión y yo dije para qué si anda muy bien. Hice el cálculo – junto a Alberto y Fernando – y la partida nos daba para dos hospitales: uno lo estamos presentando, hoy, el “René Favaloro” y antes del 10 de diciembre, estaremos presentando el otro, en Gregorio de Laferrere, luego de haber inaugurado – hace diez días atrás – el “Teresa Germani”, un materno infantil.

Por eso, no me van a ver en set de televisión, este micrófono no ese para que me vean por televisión es un micrófono para anunciarles a los argentinos nuevas conquistas y logros, como también, aquí en provincia de Buenos Aires, por videoconferencia acabamos de presentar también otro gran hospital, que no estaba en los planes, como decía su Intendente, el de Cañuelas. 26.000 metros cuadrados de hospital estamos presentando, en Cañuelas. Ahí los vemos sentados, adentro del hospital al ministro de Salud Pública de la Nación, al director del hospital, al intendente y a otros intendentes de la zona. No den las gracias, es lo que corresponde. No quieran más a políticos que les den las gracias, gracias al padre o a la madre por darles la vida, lo demás es parte de la reconstrucción del tejido social de un país… yo también los amo y mucho, les puedo asegurar. Se trata de la reconstrucción del tejido social de un país que había sido devastado.

También nos comunicábamos, hace unos instantes, con la ciudad de Lanús, esa hermosa ciudad colindante con la Ciudad de Buenos Aires. Allí estábamos inaugurando la planta de tratamiento de líquidos cloacales, que va a dar cobertura al cien por cien de los habitantes del partido de Lanús y lo hacemos con una empresas, porque como repito, no fue magia, al contrario, fue decisión política, la decisión que Néstor Kirchner, presidente de los argentinos, tomó cuando envió un proyecto de ley al Parlamento para recuperar la antigua obra sanitaria, que había sido concesionada y que lo único que hacía era mandar facturas de agua, porque no había una sola gran obra en el Gran Buenos Aires.

Hoy, con la inauguración de esta planta, y de otras cinco que se van a inaugurar próximamente – compatriotas y, fundamentalmente, compatriotas bonaerenses del conurbano – porque AySA cubre las necesidades de 14 partidos del Gran Buenos Aires, bueno la jurisdicción de AySA va a tener cobertura cloacal del cien por cien, a partir de la decisión política de recuperación y de inversión. Porque no bastaba con recuperar AySA, a las cosas, además, hay que ponerles recursos, trabajo e ideas. Gracias también a los trabajadores de AySA, como gracias también a los trabajadores de la construcción también, que desde aquí vemos sus cascos amarillos. Estos trabajadores de cascos amarillos que no solamente han brotado como hongos después de la lluvia, cuando el proyecto nacional decidió que la infraestructura social y económica era uno de los pilares fundantes el modelo no solamente para la reparación social; no solamente para la recuperación económica, sino también como uno de los motores fundamentales en la actividad económica de un país.

Y esos cascos amarillos, que hoy están aquí, junto al “René Favaloro” también son los que tuvieron que ver y tienen que ver en la 195.000 viviendas que estamos haciendo en el Plan PROCREAR y que hoy entregamos, aquí, las 21 primeras viviendas del Complejo “Evita”, un complejo urbanístico – con tejas, me decían – porque la gente en el barrio “Evita” tiene todo tejas. En el Sur, no podemos tener tejas porque el viento nos habría matado a todos, se volarían las tejas, allá usamos chapas, que es lo más seguro, y también no tan seguro, porque cuando corre fuerte el viento hasta te vuelan las chapas, en el Sur. Las de las casas, no la de las cabezas, esas las tenemos bien puestas todo el tiempo, pese al viento y otras cosas más también.

Pero bueno, ahí están 195.000 viviendas, ya 115.000 entregadas, 29.000 corresponden a centros urbanísticos y más de 65.000 viviendas del PROCREAR, aquí en provincia de Buenos Aires. Por eso, estamos haciendo otro complejo urbanístico, en San Justo, también aquí en La Matanza y porque cuando dimos respuestas a esos sectores que no eran sujetos para un plan federal de viviendas quedaban los otros, quedan todavía argentinos que necesitan imperiosamente la mano solidaria extendida del Estado.

Por eso, tres vecinos recibieron simbólicamente del Plan Recuperación de Villas, como es la Lope de Vega, ¿no es cierto? Santos Vega, viste con Vega era, yo siempre me acuerdo de Almafuerte, mi querida Villa Palito, tengo dos imágenes imborrables de Néstor en la Villa Palito y también las fotografías de lo que era Villa Palito, cuando llegamos en el 2003 y lo que es hoy Villa Palito: dignidad, porque de eso se trata, de la dignidad. Y si hacemos PROCREAR es porque recuperamos también la administración de los recursos de los trabajadores, que estaban en manos de las AFJP, todas decisiones que costaron muchos, costaron agravios, insultos y difamaciones y ataques permanentes al gobierno, porque se debe saber – para conducir la República Argentina – que cuando se defienden los intereses mayoritarios, no sólo de los sectores vulnerables, sino de las clases medias, de los comerciantes, de los empresarios nacionales siempre los pequeños grupos corporativos, que han conducido muchas veces la Argentina, a través de los partidos populares y democráticas, que llegaban al poder con un programa y después hacían totalmente lo contrario, que cuando uno decide tomar la bandera del pueblo, tomar la bandera de la Nación el camino se hace siempre más duro.

Pero al final del camino siempre está el reconocimiento eterno en la memoria del pueblo, que es lo que debe movilizar a todos y cada uno de nosotros. También hoy le dejamos aquí a La Matanza, tres nuevas ambulancias de las 115 que hoy se están distribuyendo en todo el país, 1.232 modernísimas ambulancias. No la ambulancia, esa vieja que uno estaba acostumbrado que en realidad lo único que hacía era tener una camilla y llevarte; no, estas son ambulancias equipadas. También las nuevas once unidades sanitarias complejísimas que, junto a las que ya hemos entregado, llegan a 48 unidades sanitarias móviles a los largo y a lo ancho del país, capaces de tomar rayos, placas, exámenes ginecológicos, laboratorios de todo tipo, laboratorios odontológicos. En fin, todo lo que constituye la salud.

Alguien recordaba y lo recodábamos recién cuando veíamos el nuevo hospital, la Sala de Vacunatorio, una Sala de Vacunatorio muy linda, pequeña, hermosa, al lado de una sala de espera para poner las 19 vacunas que hemos incorporado al calendario de vacunas obligatorias. Todo ello fue posible en el marco de un proyecto nacional, popular y democrático.

También hoy, no quiero olvidarme de una cuestión muy importante como es el apoyo y la inyección de recursos a los sectores empresarios. En este caso, en el día de hoy, a una empresa de aquí de Isidro Casanova, de La Matanza, Transportes Montalvan, que hoy es una gran empresa de logística que opera con Brasil, Chile y Paraguay. Hoy le hemos otorgado un préstamos de 88 millones de pesos sobre una inversión total de 147 millones que van a esta gran empresa construyendo aquí en La Matanza, generando más de 400 puestos indirectos de trabajo, 22 mil metros cuadrados de un centro de distribución logística para grandes supermercados. Esto es de ustedes también matanceros.

Y también, no solamente nos hemos acordado del doctor René Favaloro, para colocar su nombre que bien merecido lo tiene en este hospital; hoy también hemos entregado al director de la Fundación Favaloro, la suma de 147 millones de pesos de préstamos FONDEAR para una inversión de 194 millones de pesos que va a sostener el crecimiento de esa fundación que tanto ayuda a la salud de los argentinos. Yo me siento tirbutaria de esa fundación y de ese hospital. Allí mi intervinieron también a mí. Por favor que nadie diga que le doy el préstamos porque me hicieron una operación porque la pagó mi obra social. No hay nada…

Me preguntaba hoy cuando, sé que circuló por las redes sociales esa carta de desesperación que el doctor René Favoloro dirigiera allá por el año 2000 a quien conducía los destinos de la República. ¡Dios mío! Y me preguntaba si lo hubieran escuchado tal vez tendríamos hoy entre nosotros todavía a ese gran argentino que había revolucionado al mundo de la cirugía coronaria pero, fundamentalmente, era un argentino comprometido con su país y con la sociedad, que necesitamos no solamente de los dirigentes políticos porque ¿saben qué? Siempre se nos reclama a los militantes o los dirigentes políticos con responsabilidad institucional responsabilidad.

Yo quiero reclamarles también a todos los dirigentes sociales, científicos, económicos, públicos, sociales de todo el país responsabilidad. La responsabilidad no solamente puede estar en una cabeza, la responsabilidad tiene que estar en todos los dirigentes de la República Argentina, como también tiene que estar en la propia sociedad. Responsabilidad que significa la comprensión de un proceso histórico y político que nos ha permitido llegar a todo esto finalmente.

El otro día, en Tecnópolis, estábamos festejando 5 de octubre, el Día del Camino, con muchas inauguraciones, entre ellas, la ampliación de la avenida General Paz. Y la verdad que se me ocurría pensar como una metáfora en esta Argentina que comenzó en el 2003 en un camino que era un camino de ripio, de tierra, lleno de pozos, donde además, el que conducía no lo hacía ni en una Ferrari ni en un Rolls Royce, sino en una carreta, a los tumbos y a la vera de ese camino de tierra, a la vera de ese camino ripio poceado, miraba para un costado y veía desocupados; miraba al otro costado y veía gente que no había podido jubilarse, ancianos y los que habían podido jubilarse cobraban miserias.

Miraba para el otro lado y veía jóvenes que se querían ir del país, los que podían, y los que no se dedicaban a cualquier cosa. Miraba al otro lado y encontraba gente que no tenía casa, ni siquiera el sueño de poder acceder al techo propio. Y agarró esa carreta, tomó las riendas con mano firme y de ese camino de ripio, poceado, pasó luego a un camino enripiado y donde había pasado la máquina y le seguían tirando de los costados. Por ahí, sobrevolaban los consejeros que le decía no hagas tal cosa, no hagas tal otra que no es conveniente. Y él seguía con la rienda diciendo que teníamos que salir del infierno y, finalmente, pudo agarrar y cambiar el carro por un auto usado y subirse a un camino que empezó a pavimentar.

Y hoy, argentinos, estamos en un auto nuevo, subidos en una Argentina que se parece más a una autopista que aquel camino viejo enripiado. Por ahí vuelan algunos buitres todavía por arriba, pero no importa. Revolotean algunos buitres, algunos tiran balazos y corridas del otro lado, pero ¿saben qué? A los costados vemos a la gente del plan PROCREAR, a los costados vemos a más de 6 millones de trabajadores de convenciones colectivas, a los costados vemos a jubilados con salario y con jubilaciones ajustadas dos veces al año; a los costados hay estudiantes acá en La Matanza que ya no tienen que irse a otro lado a estudiar porque tienen universidad pero además, tienen becas, tienen el programa PROGRESAR. No alcanza con tener la universidad, es bueno tener la universidad cerca de la casa, pero además, tenemos que tener el recurso económico, porque a lo mejor, la tenés a la vuelta de tu casa pero tenés que laburar todo el día y no podés estudiar.


Por eso, es complejo y, entonces, es necesario ir cada vez inyectando más recursos, ir articulando más recursos. Y por si todo esto fuera poco, contra todos los pronósticos, hoy la Argentina, no dicho por nosotros, dicho por la CEPAL, es el único país de Latinoamérica que va a crecer, vamos a terminar el año creciendo como ya lo estamos haciendo. Los pronósticos que eran negativos de las propias instituciones internacionales, hoy nos dan positivo. Nosotros sabíamos que era así, porque tenemos el pulso de la economía, sabemos cómo ha aumentado el consumo de cemento. Hemos vuelto a batir récord de consumo de cemento en septiembre, hemos vuelto a romper la venta de autos nuevos de 21 meses que no superábamos anteriores índices, hoy lo estamos haciendo. Y ni qué hablar del turismo: el 24% más de argentinos que pudieron viajar al exterior durante el mes de agosto comparado con otro agosto.

Esta es la Argentina que tenemos, estoy segura que es la Argentina con la que también soñaba el doctor René Favaloro y tantos otros argentinos. Por eso, yo los convoco a todos y cada uno de ustedes ahora que estamos en el camino pavimentado, señalizado, con árboles a los costados, con hospitales, con escuelas, con universidades, con centros de científicos, por favor, no desviemos el camino y volvamos para atrás al camino de ripio.

Nadie quiere volver al ripio, queremos seguir en el pavimento y queremos más carriles, hay que ensanchar el pavimento para que cada vez puedan subirse más y más gente para que los 40 millones de argentinos puedan ir por ruta pavimentada, con auto nuevo y viendo un camino esperanzador en el futuro.

Gracias La Matanza, los quiero mucho, con todo mi corazón y como dice Fernando, no tengan dudas, no va a ser la última vez que esté en La Matanza. Gracias a todos y a todas.

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