septiembre 22, 2019
Presentación de Sinceramente en La Matanza

 

Marcelo Figueras: Buenas tardes a todas, todes y todos. Estamos muy contentos de estar aquí hoy por muchas razones pero, la primera razón por la que estamos contentos es porque ayer, 20 de septiembre, se terminó el invierno macrista y hoy empieza la primavera acá en La Matanza. ¡Feliz día de la primavera, Cristina!

Cristina Fernández de Kirchner: Feliz día a todos y a todas. ¡Hola La Matanza! ¿Cómo están?

MF: ¿Viste el afiche que hizo la gente del Ateneo Néstor Kirchner? ¿No lo viste? Miralo.

CFK: ¡Ah, sí! ¡Me encantó! Muy setentoso, muy de la cumbia, además, me encanta.

MF: Cristina, la reina de la bailanta parece.

CFK: Me encanta, setentoso y cumbianbero.

MF: Podríamos hacer una presentación cantando alguna vez, a lo Pinti. Cristinela. Estamos muy contentos de estar aquí porque para todos nosotros La Matanza no es cualquier lugar.

CFK: Así es.

MF: en primer lugar por peso histórico, por ser uno de los partidos más antiguos de la Provincia, ya desde la época del Virrey Ceballos, por el hecho de que fue acá donde Don Juan Manuel de Rosas fundó la estancia «El Pino». También tenemos siempre presente a La Matanza por algunas cuestiones que nos duelen, obviamente. Aquí fue donde estuvo esa comisaría a la que se llamaba el «Sheraton» y donde estuvo detenido, por ejemplo, Héctor Germán Oesterheld antes de que lo desapariciesen del todo. Hablo del creador de «El Eternauta».
Este es el partido, claramente, más poblado de toda la Provincia, en 2010 eran un millón setecientos y pico mil, no quiero ni saber cuántos debe haber ahora y es un partido que desde el retorno de la democracia viene siendo gobernado ininterrumpidamente por el peronismo. Alguien a quien quiero mucho dice que para los peronistas La Matanza es lo más parecido a Disneylandia que tenemos. Y aparte, como para distinguirla también, tenemos en este momento a la primera intendenta mujer de La Matanza, Verónica Magario. Y ahora La Matanza le está ofrendando también una mujer, que viene a ser la misma, a la fórmula que va a gobernar esta provincia por los próximos cuatro años ¿no?.
Cristina, ¿para vos La Matanza está llena de recuerdos, por lo pronto?

CFK: La verdad que La Matanza es algo más que un lugar de la política, para nosotros, por lo menos para mí en lo personal. Yo estoy en La Matanza y es como si estuviera con él, es impresionante. Vos sabés que él amaba venir a La Matanza. Uno se pone vieja y se pone llorona, como digo yo, sí, sí.

MF: No te emociones, porque después me echan la culpa a mí.

CFK: Sí. No, pero a Néstor le encantaba, Néstor es La Matanza. Yo lo veo, para mí… hay fotos icónicas de él acá en La Matanza. La de Villa Palito, por ejemplo. Vos sabés que él asume como presidente el 25 de mayo de 2003 y la primera visita que hace a La Matanza el 12 de junio de 2003, o sea, veintipico de días después fue acá en la Universidad de La Matanza. Vino acá y vos sabés que vino a anunciar dos cosas, préstamos pymes para las pymes de La Matanza, de una línea de crédito que no recuerdo el nombre, terminaba con mex, o empezaba con BAmex o algo… pero era una línea de créditos para pymes de aquí La Matanza, y también para anunciar la habilitación de las obras del Arroyo Cildáñez, que fue una de las primeras cosas que le había pedido Alberto, Alberto Balestrini, porque cuando estoy acá también…
Para mí La Matanza, bueno, hoy son Fernando y Verónica, pero yo entré acá de la mano de Néstor y de Alberto, esa es la verdad. Y ahora vengo con otro Alberto, fijate. Hay momentos entrañables, me acuerdo cuando inauguramos con Alberto, con Alberto Balestrini y con Néstor en Virrey del Pino la planta de ósmosis invertida. Después cuando vino a Villa Palito a anunciar el tema de la urbanización de lo que era el Barrio Almafuerte, pero que todo el mundo conocía como Villa Palito y está esa foto icónica donde el tipo va arrastrado en la multitud como uno más de la Villa Palito, que es una fotaza, que yo la amo porque es él. Eso es él. Así nomás. Y además, bueno, después, qué sé yo, te podría hablar de cuando lanzamos las cooperativas de agua y trabajo, donde dimos agua y cloacas, pero a cientos de miles de matanceros que no la tenían, viviendas.
Escuchame, otra que también es muy fuerte, me acuerdo, que me hizo reír ese Néstor, fue cuando acá en el Mercado Central, en Femsa, en Coca-Cola, inauguramos toda la planta de distribución que vino el mexicano Salazar que era, que es el dueño de Femsa, o sea, la distribuidora de Coca-Cola. Claro, se vendía Coca-Cola a morir, la gente… Bueno. Estos la fundieron, sí. Fundir la Coca-Cola, ¡tenés que ser horrible para fundir la Coca-Cola! Porque bueno, por ahí uno… que sé yo, abre un restaurante, abre una fábrica de una cosa que no anduvo, que no le gusta a la gente y bueno te fundiste, le puede pasar a cualquier en cualquier gobierno. ¡Pero la Coca-Cola! Nooooo. Bueno, pero así todo.
Me acuerdo cuando vine a inaugurar el primer shopping acá en San Justo con escaleras mecánicas, en el centro de San Justo, que recién charlábamos con Fernando, datos ¿no?. Datos de la vida, porque parecieran de la política, pero no, son de la vida. El shopping este que inauguramos llegó a ser el segundo en ventas en toda la Argentina, el shopping de La Matanza, el segundo en ventas de la Argentina, impresionante. Y charlábamos con Fernando que me decía, también, el Mc Donalds de Laferrere, dijera mi amigo, el humorista… Era el segundo lugar de Mc Donalds de todo el país en consumo de hamburguesas. Bueno, esta era la vida de los argentinos, poder darse gustos, de ir a comprarse al shopping, o comerse una hamburguesa.
Yo creo que hay que saber una cosa, compañeros, amigos, amigas, no fue gracias a una persona, sino a un modelo político y económico. Esto es claro, o sea, más allá de las virtudes. Como esto que está pasando ahora, porque yo veo que últimamente hay una tentación muy fuerte de que Macri, que darle, que darle, que darle. Y sí, pero que nadie les mienta y los engañe, tampoco, haciéndoles creer que el fracaso de esto es por la impericia o la inutilidad o la incapacidad de un presidente. No, no, no, que se hagan cargo los que levantaron estas políticas durante años, que se hagan cargo los que levantaron estas políticas durante años y hoy tenemos estas consecuencias. Así que para mí venir a La Matanza qué sé yo….
Cuando inauguramos en la casa de María, en Virrey del Pino, el agua potable. ¿Vos sabés que tengo una foto en blanco y negro con María en Virrey del Pino, que la tengo en el living de mi casa en Calafate? Una mujer amorosa, entrañable, bueno, nos recibió en su casa. El tema de poder llegar de esta manera, ¿no? Vivienda, pavimentos, lo que era el ritmo del crecimiento económico. Me acuerdo con Alberto, cuando… ¿Cuándo fue, Fernando, que yo vine acá a inaugurar qué cosa de salud, que me enteré ahí que hacían falta dos hospitales más? ¿Cuándo fue? Ahhh, ahí está. Habíamos venido a inaugurar unas obras acá, la red de agua potable de un barrio, de una zona de acá y nos enteramos charlando con él que necesitarían, estaban construyéndose algunas pero, se necesitarían dos hospitales nuevos modernos. Y bueno, no estaban en presupuesto, no teníamos recursos y yo me fui a la Casa Rosada después de eso. Y me acuerdo que me senté no sé si fue con el Jefe de Gabinete o con Oscar, «búsquenme partidas en el presupuesto», porque muchas veces cuando hay partidas para otro uso, uno puede puede dejar sin hacer eso y reasignarlas a otra cosa. Y había una partida muy importante porque estaba muy obsoleto, o había que cambiar el Tango 01, el avión presidencial… Y bueno, decían que había que cambiarlo y había una partida muy importante, te imaginás, para comprar un Boeing, un avión nuevo, no sé cuántas plazas. Y yo dije: «en el 01 yo puedo viajar tranquilamente si la gente viaja en colectivo y viaja en tren ¿cómo yo no voy a poder viajar en ese 01?». Así que vamos con el 01 y reasignamos. Y lo llamé, lo llamo por teléfono a Alberto y a Fernando y se vienen los dos a Casa Rosada. «Traigánse los planos de los hospitales», les digo yo y se vinieron con los planos de los hospitales, que  son el Néstor Kirchner y el René Favaloro, que todavía, todavía, todavía… pero ya vienen esos hospitales. Con Axel y Verónica ya vienen.
Y bueno, me acuerdo que llegaron Alberto, fumando como siempre, era una cosa que no paraba de prender un cigarrillo tras otro. ¡No hay que fumar! Hola, qué tal, ¿cómo estás María del Carmen? (Viuda de Alberto Balestrini). Y vinieron con Fernando y ahí empezó, se reasignaron partidas y ahí empezaron los dos hospitales a construirse. Así que la verdad que sí, cuando llego acá a La Matanza un montón de cosas, desde lo político, desde lo personal, de lo afectivo, es un lugar entrañable, definitivamente. ¡Un gran lugar!

MF: Hace un par de días cuando leí por los medios esta noticia de que Verónica iba a dar un bono de 16 mil pesos a los estatales de La Matanza, me quedé dando vueltas, primero porque es tan raro encontrar una noticia de algo que sea medianamente auspicioso en la realidad argentina. Pero, sobre todo, me acordé de los primeros tiempos del gobierno de Néstor, que nos sorprendió a todos y que generaba esta cosa de que todos los días había en los diarios una noticia de esas iniciativas que uno siempre había pensado en cosas que se tenían que hacer y sabía que nunca nadie las iba a hacer. Entonces, esa sensación como que yo tenía de que me hacían un diario de Yrigoyen para mí, te vienen buenas noticias todos los días, se hizo esto, hoy se hizo esto, hoy se hizo lo otro… Y la verdad que los argentinos desde el 76 hasta el 2003 no estábamos acostumbrados a tener gobernantes que hicieran lo que había que hacer, básicamente.

CFK: Vos sabés que, ahora que lo pienso en retrospectiva, yo creo que Néstor, que llegó al gobierno, como todos sabemos con muy pocos votos, el 22 % de los votos… Fue… siempre nos preguntaban, un tiempo antes de que no hubiera ballotage, se rumoreaba que no iba a haber ballotage y me acuerdo que me invitaron a una cena, había venido el premio Nóbel José Saramago a la Argentina, con su mujer. Y me invitaron en la casa de un empresario, además muy vinculado a la cuestión artística, con el arte, la literatura, la pintura. Había gente de Derechos Humanos y todos me preguntaban qué íbamos a hacer. Porque íbamos a ser un gobierno que iba a asumir con el 22 % de los votos, 22 % de los votos, en medio de la crisis más brutal que se recuerde en Argentina. ¿Cómo van a gobernar? ¿Cómo van a tomar decisiones? ¿Cómo se toman decisiones en una sociedad con el 22 % de los votos? Y yo les decía que tuvieran tranquilidad, que se iba a legitimar, que Néstor era un dirigente que se legitimaba. Y que, y bueno… de hecho es lo que vos mencionás, que esa también es una cosa que todos tenemos que reflexionar siempre, la legitimación. La legalidad tiene que estar vinculada siempre a la legitimación, uno puede de repente obtener una gran cantidad de votos y, sin embargo, no hacer las cosas para las cuales se comprometió. No quiero decir, ni tocar ningún tema ríspido, pero lo cierto es que hay una fuerte deslegitimación frente a gobiernos que no hacían lo que decían que venían a hacer, fundamentalmente. Yo creo que… Y esto de Néstor, todos los días, es cierto.

Mirá: Hoy hablando, viste que hoy el tema del Fondo Monetario Internacional, con las declaraciones de Stiglitz, el premio Nóbel de medicina. ¡Ay, de economía, perdón! Me quedé con los hospitales en el chip. Tengo que cambiar de chip y… cuando decía que el responsable de todo esto es Macri y el Fondo Monetario. Yo lo escuchaba ayer o antes de ayer a Christine Lagarde poniendo cara de «yo no fui». Ahora diciendo «bueno, en fin, me vinieron a golpear la puerta, nosotros no queríamos en realidad». ¡Vamos! ¿Que «vi luz, pasé y entré»? Vamos, no es así…

MF: Y me llevé 57 mil millones de dólares.

CFK: Claro. Claro. Y recordé un encuentro el 23 de junio, a los pocos días de estar aquí en La Matanza, vino a la Argentina el entonces director del Fondo Monetario Internacional, Horst Köhler, que después fue presidente de Alemania. ¿Viste que en Alemania la presidencia es honoraria? El cargo importante es el del canciller. Y me acuerdo que los invitamos a comer a Olivos, y estaba él, su mujer, estaba Alberto Fernández, había varios en esa cena en Olivos. Y fue una cena, por lo menos yo la viví como esposa del anfitrión, un poquito tensa porque el tipo no paraba de decir: «y yo no voy a hacer nada…” lo que había dicho en el discurso.

MF: en el discurso…

CFK: “… que esté en contra de mis convicciones, y ustedes son responsables de todo lo que pasó». Se debe haber ido con la comida atragantada acá, porque que te inviten a comer y que estén… pero muy respetuoso todo. Ellos, el matrimonio y muy respetuoso Néstor. Pero, vos ves esa cosa diferente y absolutamente constitutiva de un gobierno que pugnaba todos los días por legitimarse. A los pocos días de asumir lo nombra a Eduardo Luis Duhalde de Secretario de Derechos Humanos de la República Argentina y ahí se inicia la política de Memoria, Verdad y Justicia. El decreto, ahora me viene a la memoria. ¡Mirá! Bueno, lo de los jubilados, lo del salario.

MF: Lo de Entre Ríos, ¿no? Lo del conflicto docente.

CFK: Lo de Entre Ríos, eso fue al otro día, el 25 asumió él, el 26 se tomó un avión para irse a Entre Ríos. Hacía tres meses que no había clases en la provincia de Entre Ríos, la gobernaba el radicalismo y ahí… Y Néstor no pensó: «ah, la gobierna un radical que se reviente, que se joroben, total es un radical». Y sí, porque él no pensaba de esta manera. Además no se debe pensar de esta manera. Y se tomó un avión con Filmus, que era el Ministro de Educación y se fueron a levantar la huelga docente después de tres meses y ahí comenzó a reencauzarse. Después vino todo el tema de garantizar un salario mínimo docente para todo el país a través del FONID, que fue una creación también del gobierno. A ver… otra cosa también paradigmática, el decreto famoso 222, donde él se auto… vos fíjate la… mirá vos la diferencia. Vos sabés que por Constitución el presidente de  la República tenía antes de ese decreto, mandaba una persona propuesta para la Corte y en caso de vacante se aprobaba o no se aprobaba. Pero él se autolimita a través de un decreto y pone a consideración de la sociedad, producidas las vacantes en la Corte, fijate vos la diferencia con el gobierno…

MF: Por la ventana.

CFK: Claro, del dnu y poner dos candidatos en la Corte. Sí, fue un gobierno que empezó con el 22 %, pero eso que vos veías todos los días como el diario de Yrigoyen y te quedabas así (con la boca abierta) como en los dibujitos porque era lo que, tal vez, siempre habías esperado, es en términos políticos la legitimación de un proceso político y yo creo que fue eso. Néstor volvió a darle a la política un lugar preponderante en la República Argentina. Estaba muy desprestigiada la política hasta que él llegó. Muy desprestigiada, muy desprestigiada y él la volvió a colocar en un lugar donde se transformaron las condiciones de vida de los argentinos. Después, cuando decidió también pagarle al Fondo en el año 2005. Por eso, para mí el punto de inflexión de este gobierno fue el año pasado, el año 2018 cuando decide recurrir al Fondo. Porque además hay toda una historia con esto de la Argentina, de su endeudamiento y también hasta del propio Fondo, porque si uno ve. Y ahí lo tenemos a nuestro Axel Kicillof, profesor también de Economía, que siempre lo charlamos con él… Originalmente cuando el FMI fue creado en 1944, fue pensado por Keynes y por otro economista de Roosevelt, White como un organismo estabilizador de las economías. Habían quedado todos muy impactados después de la República de Weimar y del proceso de hiperinflación que terminó con Hitler. Todos vieron que había la necesidad de que no ocurrieran fenómenos de esta naturaleza porque surgían gobiernos así, ultra reaccionarios, nazistas y entonces, vieron que había una necesidad política de estabilizar la economía mundial para que no surgiera nunca más ningún gobierno como había sido el de Hitler. Así fue como fue creado el Fondo. Es más, en uno de los cuatro puntos fundamentales de constitución del Fondo está la prohibición que los fondos del Fondo Monetario sean girados a un país para que este país por la cuenta capital fugue los dólares. ¡Mirá vos! Algo que fue sistemáticamente violado en este último acuerdo. Así que ya te digo, esto fue muy fuerte y fue, paso a paso, legitimando un gobierno como el de él. Y bueno… fueron 12 años y medio de grandes transformaciones y grandes avances. ¿Que había problemas? Y sí, siempre lo digo: solamente en los cementerios no hay problemas, solamente los muertos no tienen problemas. Pero los que había se multiplicaron exponencialmente y surgieron otros que creíamos superados. A mí, personalmente, el endeudamiento y el hambre, me resulta algo intolerable e insoportable, realmente. Me parece que no es justo. Me parece que no es justo que después de tanto sacrificio, de tanto esfuerzo.
El tema de la estabilización, que ese  es otro tema que se va a discutir y se va a discutir cada vez más en la Argentina, que es lo que vamos a tener que discutir los argentinos, el tema de la estabilización del endeudamiento, porque el endeudamiento de Argentina como uno de los grandes motivos de desestabilización de la economía ante las crisis de deuda, de no poder pagarlo, no es una cosa que empezó ni ayer, ni antes de ayer. Viene desde Rivadavia, desde el empréstito de la Baring Brothers para acá. El país se endeuda y vuelve a desendeudarse y vuelve a caer en default y vuelve a endeudarse y mientras tanto fuga y fuga y fuga de miles de millones de dólares de la Argentina. Esta discusión la Argentina la tiene que abordar, serenamente, muy serenamente, sin planteos dogmáticos, ni ideologicistas pero, parte del endeudamiento es para los que transforman parte de sus rentabilidades en dólares y la puedan fugar del país, tiene que ser discutido. ¿Sería justo volver a pedirle a los 44 millones de argentinos que todos paguen con el mismo esfuerzo? No me parece justo. No me parece justo y yo creo que lo vamos a tener que discutir, vamos a tener que analizar, que debatir, que discutir el cómo se estabiliza la economía en la Argentina, cómo podemos hacerlo. Y con la comprensión de que no producimos dólares, no emitimos dólares. La Argentina emite pesos. Entonces, con él solo no va a alcanzar, me parece (le responde al público). Habría que ver de un poquito de más gente… me parece. Con él solito no va a alcanzar.
Entonces… yo lo que digo es esto, ver cómo se discute esto en la Argentina porque, además las cosas que dijeron acerca de políticas, fracasaron. No eran ciertas las cosas que decían. No era cierta que la inflación era por emisión monetaria, no era cierto. No era cierto que con tarifas altísimas iban a venir grandes inversiones. A ver… por primera vez en la República Argentina estuvimos casi 24 horas en un apagón fenomenal y todos los días sigue habiendo cortes en zonas y zonas y nadie… Claro, no tenés ninguna cámara de ningún canal de noticias corriendo a la señora que no tiene luz o que no tiene gas. Pero esto pasa todos los días. O sea, nos dijeron «si pagaban tarifas altísimas, iban a venir inversiones y que iban a invertir». No se hizo ninguna inversión. Hubo rentabilidades brutales. El monopolio eléctrico que tiene la Provincia de Buenos Aires, ya que estamos aquí en La Matanza, si bien La Matanza está dentro de los 14 distritos que son Edenor y Edesur pero, el resto de la Provincia. Por ejemplo, desde La Plata, EDELAP, ahora pasaron a la Provincia… Bueno, pero me refiero a Edenor y Edesur, por un lado son accionistas y por el otro lado EDESA, que es desde La Plata y toda la otra parte. En dos años, en dos años, 345 millones de dólares de ganancias. A ver, si vos vendés Iphone, Steve Jobs sí claro, Steve Jobs puede tener 5000 millones de dólares de ganancias o 20 mil o 30 mil, porque vende una cosa que es un invento que quiere todo el mundo, ahí sí ¿ves?. Ahí domina la oferta. Ahí la oferta provoca la demanda, porque es tan novedosa la oferta, le gusta a tanta gente y todos lo quieren tener. ¿Pero cómo podés tener 345 millones de dólares de ganancias en un servicio que es público y que además es monopólico? Porque si no me gusta el Iphone puedo tener otras marcas de teléfonos, pero la luz me la da uno solo y me la da al precio que me lo pone él. Esto no puede ser, entonces, aplicarse las reglas del mercado a algo que es, no solamente un servicio público, sino que el que lo presta, lo hace en forma monopólica. No es sensato esto, no es sensato. Esto también habrá… esto también son cosas que habrá que discutir.
Y creo que también en la formación de precios. Nos hemos dado cuenta que no era la emisión, tenemos que ir a la formación de precios, a la dolarización de la economía y a los márgenes de ganancias. Por allí, sobre los alimentos y todo aquello que constituye una primera necesidad para la gente. Me parece que hay que discutir en serio. Y esto no es para que nadie pierda plata, ni se agarre los pelos, ni ninguna cosa dogmática y socializante. Simplemente el sentido común porque, cuando estábamos nosotros, que según ellos éramos horribles en términos económicos, se cansaron de ganar plata, todos los empresarios. Y ahora solamente gana un pequeño grupo de empresarios, que son los vinculados con el gobierno.
Entonces, estas cosas también tienen que ser discutidas con los empresarios, con las pymes, que no pueden por allí aliarse en demandas con las grandes empresas que tienen otros intereses, otros costos, etcétera. Es complejo lo que viene, la parte que viene, la Argentina que viene, es una Argentina difícil, compleja. Pero, creo que tenemos una gran ventaja, lo que pasó… (Le gritan: “vos podés Cristina). No, una sola no puede, sino son todos y todas, no se puede. Yo creo que vamos a tener una oportunidad, porque tal vez nunca, en ningún periodo histórico, político estuvo tan cerca una política de la otra que se presumía era la correcta. O sea, para simplificarlo, la política en blanco era esta y decían «no, no, no», «hay que hacer exactamente todo al revés de lo que están haciendo ustedes». Bueno, se comprobó que no, ¡miren dónde estamos! Con un endeudamiento, con una desocupación. Otro tema, el hambre…

MF: Pasamos, por eso, pasamos de una Argentina que en el 2013 Juan Carr, insospechable de peronismo, de kirchnerismo, decía que estábamos cerca del hambre cero, a estos momentos en los cuales festejamos como un triunfo haberle arrancado en el Congreso al gobierno la declaración de emergencia alimentaria.

CFK: Emergencia alimentaria. Vinieron proponiendo pobreza cero y nos vamos con sanciones de leyes de emergencia alimentaria. Yo creo que todo esto nos va a obligar a todos a despojarnos, todos, de prejuicios, de preconceptos, que todos tenemos unos sobre otros, partidos sobre otros partidos. No, no, no… en serio que la Argentina necesita debatir las políticas que se tienen que aplicar porque además, no va a servir decir: «esto hay que hacerlo porque ganamos las elecciones», no. Eso no va a servir, en todo caso esto va a haber que hacerlo porque es lo único que se puede hacer para que la gente pueda vivir mejor y podamos comenzamos a desendeudar el país. No porque gané las elecciones.
Miren, ustedes saben que a mí me gusta mucho debatir, tengo una gran experiencia legislativa, pero yo solamente no quería ganar los debates, a mí no me interesaba ganar los debates por la cantidad de manos que se levantaban. A mí me gustaba, cuando estaba sentada en la banca, sentir que habíamos ganado políticamente el debate, porque teníamos razón en lo que estábamos planteando. Y yo creo que tenemos que hacer todos un esfuerzo para despojarnos de eso, yo lo he hecho personalmente. A ver… la que según tantas crónicas era mala y que no soportaba a nadie que no pensara como yo… Esta fue la construcción que hicieron como personaje. Personaje que malvadamente no toleraba que nadie le dijera nada… llegaron a publicar en letra de molde, yo lo escribo en mi libro, que yo obligaba a los empleados en Olivos a caminar mirando para abajo. Se chocarían con las paredes si hacían eso pero… Estas cosas se fueron construyendo. Ustedes se ríen, pero ustedes no saben cómo estas cosas calan hondamente en la gente, en la gente sencilla, en la gente que no tiene las defensas necesarias para comprender que lo que dice la pantalla del televisor, o lo que dice el periodista que toma el micrófono y cuenta con lujo de detalles cosas que nunca existieron, ni nunca pasaron… La mayoría de la gente, la absoluta mayoría de la gente lo cree muchas veces. Y lo cree, está indefensa frente a eso.
Si yo misma me tuve que deconstruir. Yo cuando vine como legisladora en 1995, Nacional y mirá que abogada, una militante curtida de toda la vida, Néstor comenzaba su segunda gobernación, habíamos sido convencionales constituyentes. Yo creía que lo que decía determinado diario era palabra santa, que era la verdad, no se me ocurría… Y eso fue, vos fijate que eso lo hice después del 83, en los años 70 éramos diferentes. No sé por qué nos deconstruimos también en eso, debe haber sido todo ese terrible fracaso de lo que pasó. Pero en aquella época también cuando éramos muy jóvenes desconfiábamos de todo. Claro, había dictaduras, etc… Claro, uno no confiaba porque era la dictadura la que lo decía. Pero acá no, era la democracia. En democracia un diario cómo va a mentir, cómo va a decir… Y la gente, la mayoría de la gente, que no son ni militantes, muchos que ni siquiera les gusta la política, que descreen de la política y terminan creyendo y se termina construyendo un personaje malvado, casi a latigazos, así hasta me publicaron también. A latigazos con la gente y, sin embargo, pudimos construir a iniciativa nuestra, Unidad Ciudadana que fue el eje sobre el cual se convocó, pudimos construir… Y hoy llevamos en nuestras listas, encabezando a ellas como Presidente, a gente que tuvo diferencias con nosotros y que nos criticó. Algunos terriblemente. Entonces, digo: ¿qué cosas más hay que probar que estamos dispuestos a dar para construir una historia diferente y un país diferente? ¿Qué cosa más vamos a tener que hacer para demostrarles que no somos los que ellos le contaron a los argentinos y las argentinas que éramos? Que éramos gente malvada, que no le importaba nada más que la ambición y el poder, todavía puedo recordar algunas crónicas anteriores al 18 de mayo, donde decían: «no ella, sino es ella no es nadie. Ella nunca va a hacer tal cosa». Es más, me dijeron en alguna sesión, «quédese tranquila que va a ser candidata a Presidenta». ¿En serio creían que después de todo lo que habíamos vivido, yo quería… todo se agotaba en que yo quería ser candidata a presidenta? ¡Qué chiquita serías Cristina si hubieras querido nada más que eso! ¡Qué chiquita! ¡Qué chiquita!

MF: Te escuchaba y en todo lo que ibas diciendo, tanto cuando hablabas del Fondo, a lo que hablabas de una construcción de una imagen pública, para mí había un hilo que tenía que ver con la cuestión de la responsabilidad o la irresponsabilidad. Los organismos internacionales tienen que ser responsables porque para algo tienen unos principios de funcionamiento, los gobiernos tienen que ser responsables con su pueblo, con aquellos que los votaron y con aquellos que no los votaron, porque si son gobiernos democráticos se supone que tiene que pasar por ahí. Pero, este gobierno hizo gala de irresponsabilidades desde el minuto, yo te diría no 1, yo diría -10. En esta semana todos nos sorprendimos con las declaraciones del orfebre Juan Carlos Pallarols que dijo que, cuando estaba por asumir el Presidente de la República, alguien lo llamó desde el gobierno para preguntarle por el bastón, que Pallarols viene haciendo tradicionalmente para los nuevos presidentes argentinos… si era cierto que vos le habías pedido el bastón porque vos le querías hacer una macumba. ¿Sos buena haciendo macumbas, lo de Pindonga y Cuchuflito es parte de las palabras mágicas?

CFK: ¿Vos sabés una cosa, Marcelo?. Te voy a contar a vos y a todos y todas una cosa: esta historia que ahora cuenta Juan Carlos Pallarols, que es cierta, yo la sabía, eso es una primicia, yo la sabía del año pasado. ¿Cómo la sabía del año pasado? ¿Me lo había dicho Pallarols? No, hace muchísimos años que no lo veo. Ustedes saben que Juan Carlos Pallarols es el orfebre que, desde 1983, hace los bastones presidenciales y él tiene una costumbre que millones de argentinos pasan y le dan un golpecito de martillo a la parte de metal del bastón, como un símbolo de que el nuevo presidente viene con la fuerza de millones de argentinos que le han pegado un golpecito «tuki» al bastoncito. Bueno, siempre fue así desde el 83 hasta acá fue así. Antes era Ricciardi, el bastón que yo tengo de Cámpora, ese que me habían secuestrado y me devolvieron, el tema de los bastones es un karma, los bastones. El de Cámpora lo había hecho Ricciardi, la joyería Ricciardi y a partir del 83 los hizo Pallarols. Bueno, cómo fue la historia. El año pasado un muy amigo mío, un querido amigo mío cumplía 25 años de casado con su esposa, o sea, bodas de plata. ¿Qué hizo como buen marido? Fue a verlo a Juan Carlos Pallarols para que le haga una de esas rosas… flores ¿vieron? de plata muy lindas para regalarle a su esposa. Y cuando fue, él que es amigo de Pallarols y que Pallarols sabe que también es amigo mío, le cuenta esto: «vos sabés fulanito que me vinieron a  ver de la presidencia porque no quieren recibir el bastón, porque dicen que Cristina le hizo… que yo se lo presté a Cristina para hacer una macumba». Y cuando este amigo mío lo escucha le dice: «no me jodas, estás loco», «te lo juro por mis hijos» le dice Pallarols. Y viene este y me cuenta. Y la verdad que a cualquiera se le hubiera hecho una operación de prensa con eso, cualquiera. Cuando lo leí el otro día, la verdad esto es todo lo que rodeó en ese momento…

MF: Absolutamente coherente con todo lo que contás que rodeó el tema de la asunción.

CFK: Es lo que yo cuento en el libro con el tema de la asunción. Cuando decían que no, que yo no había querido entregarle el bastón, ahora dicen que le había hecho la macumba. Vos te imaginás si trascendiera, si yo hubiera hecho, «no yo recibo esto porque hizo una macumba no sé quién». Salgo en la tapa de ya sabemos dónde, con un caldero revolviéndolo y un sombrero de punta. La bruja. Y la verdad que todo esto corrobora la locura que significó el traspaso de poder el 10 de diciembre. Yo no podía creer cuando se produjo todo eso y los medios de comunicación hegemónicos enloquecieron diciendo que yo estaba tan desesperada y aferrada al bastón y al poder que no lo quería largar. Y eso también, las primeras veces que hice reportajes en el 2017 todos me preguntaban «¿por qué no quiso entregar el bastón?». Todos y todas me preguntaban lo mismo y yo explicaba cómo había sido. Querían que fuera a la Casa de Gobierno a la tarde y yo les decía que no, que correspondía en el Congreso de la Nación.

MF: Artículo 93 de la Constitución Nacional, ¿no?

CFK: Claro, como dice la Constitución, ante la Asamblea del pueblo… porque ¿cuándo dejás de ser presidente? En el momento que hacés la transferencia, te sacás simbólicamente la banda, entregás el bastón. Ya había pensado cómo lo iba a hacer todo, ya tenía todo pensado, porque me ponía muy tensa, es cierto, porque la verdad que no me gustó nada que él ganara las elecciones. Yo tengo que decirlo, porque sería una falsa si no lo dijera. No me gustó nada, así que… Y tan equivocada no estaba, y tan equivocada no estaba. Y entonces, yo decía, tengo que ir, se la entrego y después me di cuenta por qué no querían en ese marco de la Asamblea. ¿Vos te acordás que hubo una disputa inclusive entre militantes que decían «hay que ir el 9a despedirla», cuando se armó el lío, «no hay que ir el 10 a la mañana». «No, hay que ir el 9». Bueno, lo saldó el poder judicial que dijo que el presidente se termina a las 12 de la noche, 0 horas y asume a las 10 de la mañana.

MF: Primera vez…

CFK: Yo quiero ver qué van a hacer ahora.

MF: Todo esto.

CFK: Pero vos fijate una cosa, Marcelo. Uno se ríe, porque uno además con todo lo que, yo además me acostumbré con todo lo que ha pasado a tomar un poco las cosas en broma. Es lo que me permite seguir adelante, si no te tomás las cosas con cierto grado de humor es imposible sobrevivir a lo que he tenido en términos personales y políticos que pasar. Pero fijate qué cosa ¿no?, qué país, un presidente que piensa, o algún familiar del presidente que piensa que es capaz de hacer una macumba un presidente en el bastón del presidente. ¿A mí sabés qué me cuesta? Entender cómo funciona esa cosa, porque conduce un país, firma, toma decisiones, firma decretos. Es difícil, ¡es difícil!

MF: Pero por eso esto que podríamos tomar, básicamente, desde el sentido del humor como vos lo decís, como una anécdota colorida y casi inverosímil. Finalmente es importante porque lo que marca es un primer paso de un gobierno que estuvo signado por la irresponsabilidad en cada cosa que hizo. Vayamos a lo de ahora, hace un par de semanas, a partir de artículos de Horacio Verbitsky en El Cohete a la Luna y después con la Justicia que ha empezado a actuar sobre el tema, empezamos a darnos cuenta de cuán flojo de papeles está el Gobierno cuando tiene que explicar cómo hizo el proceso para que el FMI le concediese 57 mil millones de dólares. Creo que yo llené más formularios para hacerme socio de Blockbuster de lo que firmó Macri para que le den 57 mil palos verdes.

CFK: Así es, así es. Bueno, yo creo que todo esto es lo que hay que ver, todo esto es lo que hay que analizar seriamente y en términos institucionales. Me parece que una de las cosas que tiene que retornar a la Argentina… Fijate vos, ellos que vinieron en nombre de las instituciones las avasallaron a todas, al Poder Judicial, al Congreso, el Congreso no funciona, el Congreso no funciona. Yo recuerdo cuando atacaban a nuestros legisladores durante nuestra gestión diciendo que eran la escribanía del gobierno. Es el juego de mayorías y minorías que hay en toda democracia, el que tiene mayorías saca las leyes y vota, porque en realidad es así… Y fijate vos, ahora ya ni siquiera escribanía, directamente el Congreso no funciona, no se abre, no hay sesiones. No hay sesiones Y yo me acuerdo que nuestro gobierno, todas y cada una de las medidas que nosotros adoptamos, las decisiones que adoptamos, todas, absolutamente todas, fueron remitidas al Congreso. Se discutían en el Congreso, fuertemente. Es la democracia también, a mí la discusión y el debate parlamentario no nos tiene que asustar porque significa que está funcionando el Congreso, que está funcionando la representación política, pero ahora nada. Y se toman decisiones, como este préstamo, que vos bien lo decís, 57 mil millones de dólares. Tené en cuenta que, cuando Néstor pagó la deuda, teníamos desde el año 57 al 2005, o sea 47 años, más o menos.

MF: Eso era lo que se había acumulado.

CFK: Era toda la deuda que se había acumulado con el Fondo Monetario; con stand-by, waivers y todas esas cosas, renegociaciones, en 47 años. 9 mil millones y pico, casi 10 mil millones de dólares. Y ahora, y ahora en apenas… estamos hablando del 20 de junio, porque además, yo no sé a quién se le ocurrió firmar el Día de la Bandera el acuerdo con el Fondo pero, el 20 de junio del año pasado se firmó el acuerdo con el Fondo y en un año y med… ¡Un año! Tenemos 57. ¿Cómo puede ser 47 años, 10 mil millones de dólares y en un año 57 mil millones de dólares? Pero, y además dónde están. Yo creo que estas son las cosas que tenemos que ver y yo creo que hay que, de algún modo, asegurar que esto no vuelva a… sino, no puede ser que desde Rivadavia, desde Bernardino Rivadavia hasta acá, los argentinos estemos discutiendo lo mismo. Debe ser por eso, como dice un famoso economista, que hay cuatro economías, cuatro tipos de economía en el mundo. La de los países desarrollados, la de los países emergentes, la economía de Japón y la economía de Argentina. Nadie… Sí, esto lo dice un premio Nóbel, no lo digo yo, esto lo dice un premio Nóbel de Economía. No puede ser posible que un país de las características de Argentina, octavo en superficie, con recursos naturales, está bien que hay otros que tienen muchos más recursos, pero tenemos recursos naturales suficientes para desarrollarnos nosotros y para exportar también. Vos sabés que un hay también un mito con eso, vos sabés que acá se cree que tenemos un gran porcentaje de recursos naturales, pero somos, en los países estadísticamente tratados por el Banco Mundial, por ejemplo Chile tiene más recursos naturales que nosotros. Y Australia infinitamente, mucho más. Sí, con esa carucha que me estás haciendo, es la carucha que puse yo cuando vi el documento del Banco Mundial. Es un documento del Banco Mundial, ¿no Axel, si mal no recuerdo?
Pero bueno, digo, cómo puede ser posible que con una población de grandes recursos humanos, educada, con un nivel cultural y educacional, creo de los más importantes de Latinoamérica, estemos siempre en la misma situación, como el cangrejo. Yo lo digo en el libro, ¿Por qué estamos como el cangrejo? Hacemos y volvemos para atrás. 12 años y medio tardamos en desendeudarnos, en lograr un nivel… un proceso de industrialización que tenía problemas, pero que avanzaba. Avanzaba porque además las políticas de industrialización de un país, que es valor agregado requieren décadas y décadas y décadas. Yo recuerdo cuando comenzó el proceso de industrialización, por ejemplo, de Corea del Sur que hoy, junto a Alemania son los únicos dos países del G20 que tienen superávit, todos los demás son deficitarios, todos los demás tienen déficit, salvo Corea y Japón, perdón, Alemania. ¿Cómo puede ser posible que estemos siempre haciendo lo mismo y volviendo para atrás y volviendo para atrás y volviendo para atrás? Me parece que tenemos que sentarnos y ponerle un punto final a este…. Así como… ¿Yo sabés qué registro? Yo tengo el registro de un Raul Alfonsín viniendo en la democracia y poniéndole un Punto Final y un Nunca Más a los golpes militares, yo creo que este gobierno tiene que hacer algo para ponerle un punto final al endeudamiento de la Argentina y que nunca más nos vuelvan a endeudar como nos han endeudado. Me parece que es clave.  Porque además, si no va a ser muy difícil.

MF: El tema es, ok, estamos hablando de números, estamos hablando de unas cifras astronómicas que no podemos llegar a dimensionar, pero lo que no podemos olvidar son las consecuencias directas de esos números, porque los números son abstracciones pero, lo que no es abstracto son las consecuencias y en este momento estamos en un país con récord de desocupación en todo el país, récord de pobreza e indigencia, de desindustrialización, tenemos brotes de sarampión.

CFK: Y otra, cuando nosotros llegamos, uno de los logros, yo lo cuento ahí también, en el libro. Uno de los logros más grandes de nuestra política de salud era el calendario de 19 vacunas obligatorias. Ahora se dejaron de comprar, muchas de las provincias las tienen que comprar ellos. Lo que vos mencionabas, la desocupación, tenemos de vuelta a Mar del Plata a la cabeza de la desocupación nacional con el 13,4 % de desocupación y acá en el conurbano bonaerense estamos con 12,7 % de desocupación. Charlando con los jubilados, charlando con los intendentes, dicen que… me cuentan que las cifras, que tuvieron que incrementar las obligaciones alimentarias, ayudas para la gente del mes julio a agosto aumentaron un 30%, 40%. Muy fuerte, ¿no? Entonces, creo que es necesario que entendamos que con leyes… me parece muy bien lo de la emergencia alimentaria, pero necesitamos políticas que devuelvan a la gente el trabajo, fundamentalmente. Me parece que el trabajo es, como siempre, la clave.
Vos sabés que esto Néstor lo tenía metido en la cabeza pero… el trabajo como el gran organizador de la sociedad, el trabajo organiza a la familia: el padre sale a trabajar, la madre sale a trabajar, los chicos salen al colegio, hay horarios. Porque además, todos estos procesos de miseria, de gente sin trabajo durante mucho tiempo provocan también fenómenos de socializar a la gente. Porque la socialización no solamente es cuando vas al colegio. Vos antes de ir al colegio te educaste en el primer lugar, es tu casa. ¿Y cómo te educás y te socializás? Porque sabés que a tal hora hay que ir al colegio, a tal hora hay que estar en la casa porque viene tu viejo del trabajo y tu mamá viene también del trabajo. Yo, por lo menos, me eduqué así, viniendo del trabajo a tal y tal hora. Y eso aunque parezca obligaciones que muchas veces: “uy a tal hora, tal hora”. Eso es el proceso de socialización que va creando en cada uno de nosotros una disciplina laboral y de trabajo también. Las fuerzas laborales de un país no son a fuerza de látigo y explotación, son a fuerza de socialización y educación para el trabajo también. Pero para educar a un país, para educar a una sociedad para el trabajo, tienen que ver que hay trabajo y cómo es el trabajo desde la casa, desde la casa. Si no lo ve desde tu casa es un fenómeno que se te torna inteligible y vos sabés que mucha gente me comentaba, incluso cuando yo era Presidenta, que un montón de gente que había ingresado a las fábricas, jóvenes generaciones, tenían dificultades en el cumplimiento de horarios y de no sé qué… Muchos era el primer trabajo fijo que había en esa casa, el que había entrado a una fábrica, a un taller, a un comercio. Todo eso es un proceso que genera… de formación y de capital social. Y creo que esto es lo fundamental de un país. ¿Vos sabés que…? Inclusive lo de los recursos naturales. Yo siempre digo: «sí, podés tener muchos recursos naturales, pero los recursos naturales se agotan, se acaba el petróleo, se acaba el gas» y yo creo que un país tiene que diseñar un proyecto estratégico basado en el conocimiento porque es lo único que nunca se agota y siempre demanda más. Es lo único. Eso no se agota nunca. Vos podés pensar estratégicamente, hoy sobre todo, en esta etapa civilizatoria de la humanidad, vos podés pensar un proyecto estratégico de país y de sociedad, únicamente si apuntás al conocimiento como gran recurso estratégico y a agregar valor. Después vamos mutando los procesos productivos, pero si vos tenés el capital del conocimiento eso es el infinito. Todo lo demás es finito. El gas es finito, el petróleo es finito, todo es finito. Lo único que es infinito es la mente humana y el conocimiento.
Por eso nosotros hicimos tanto hincapié en la ciencia y la tecnología, para nosotros era fundamental el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Entonces, todas esas cosas. A mí me angustia mucho porque estoy ya, a mí me angustia un poco porque, a ver… mis hijos, mis nietos, uno quiere que todos vivan acá, que todos vivamos acá, que tengamos un proyecto común de país y se hace muy difícil. A mí, personalmente, es volver de vuelta a estar mucho peor, o igual, que lo que estábamos en el 2003. Endeudados, sin trabajo, con hambre, con gente protestando en la calle, con empresarios fundidos, con comerciantes que cierran. ¡Otra vez, sopa!

MF: tenés miseria…

CFK: Este es el tema, a mí me angustia. ¡Claro que hay esperanza, claro que hay esperanza! Pero yo también quiero ser sincera, porque si diera un discurso meramente electoral y dijera: «bueno y tenemos todos esperanza y vayamos». No, tenemos en serio que preguntarnos, argentinos ¿qué nos pasa como país? Tengo sí, la fe en la construcción política, creo que vamos a iniciar una etapa política diferente. Alberto es una persona de mucho diálogo, de mucho hablar, de mucho conciliar, es capaz de hablar una, dos, tres, cuatro, cinco, veinte, bueno… Pero yo quiero que también los sectores que más se han beneficiado y quienes pueden seguir comiendo, estudiando, viajando, viviendo, le presten un poco de atención a los que ya apenas pueden sobrevivir. Me parece que esto es la etapa que viene, ¿no?.

MF: En el libro, en Sinceramente, hay un pasaje donde decís que alguien te reprochaba amigablemente el hecho de que a pesar de la crisis mundial que te tocó atravesar, no le hubieses hecho sentir a la gente que había una crisis importante en el mundo. Y vos ahí respondiste en el libro «¿Perdón? Eso es lo que tiene que hacer un gobernante responsable con el país y la sociedad que le toca gobernar. Considero que es similar a la relación de los padres con los hijos. Si sabés que viene el frío no vas a mandar a tus hijos descalzos y desabrigados arriba de la nieve. Yo siento que tengo que cuidarlos. Quien es presidente de un país es responsable de la vida de los hombres y mujeres que están adentro».

CFK: Sí, esa fue la crisis del 2008, yo recién asumía como Presidenta, asumí como Presidenta el 10 de diciembre del 2007 y en septiembre de 2008 cae Lehman Brothers, y ¡vroom!, el mundo literalmente se viene abajo, con una crisis que algunos dicen que fue similar, solamente, a la de 1930, la Gran Depresión en Estados Unidos, la gran crisis mundial. Bueno, la del 2008 fue igual, no fue una crisis auto infligida, fue algo que vino de afuera. Me acuerdo que unos días antes, nos habíamos reunido en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno para anunciar, yo había anunciado que así como Néstor había pagado el FMI, nosotros, en nuestra gestión íbamos a abordar el pago del Club de París. Bueno, a los días se cayó todo. ¡Que Club de París ni ocho cuartos! Entramos a ver cómo nos agarrábamos porque fue muy fuerte. Lo que pasa que hubo una construcción de políticas contra cíclicas muy fuerte y en ese momento estaba Lula también en Brasil, presidente Lula. ¡Lula Libre! Estaba el presidente Lula y me acuerdo que charlábamos muchísimo, porque el me decía: «Cristina, hay que convencer que la gente no deje de consumir». Porque ¿cuál era el tema?, la crisis y el miedo que en todo el mundo titulares «crisis», «la más grande», «se cayó Lehman Brothers», las hipotecas en Estados Unidos Fannie Mae, remataban las casas en Estados Unidos, un desastre. Entonces, Lula decía si la gente deja de consumir es la profecía auto cumplida, viene la crisis porque no consumen y termina todo. Tuvimos que salir muy fuertemente y es cierto y la Argentina… si bien los números macro sí lo sintieron, porque lo sentimos en los números macro, en la micro de la gente, en la casa, en dónde tenían que llevar la comida o el trabajo, no. Me acuerdo que allí surgió la política de los famosos Repro, que eran los sueldos que pagaba el Estado nacional a aquellas empresas que tenían problemas y les decíamos: «no, ustedes no cierran, ni echan gente, nosotros vamos con Repro a sostener los salarios hasta que pase la crisis». ¿Se acuerdan?
Me acuerdo ¡mirá vos! Me acuerdo que pasó algo que yo me reía porque decía: «si esto me lo hubieran contado en la Facultad no lo hubiera creído». Cristina presidenta y le terminé entregando un préstamo del ANSES a la General Motors de Rosario, claro, para que no despidieran gente y pudieran poner en marcha el modelo, no me acuerdo el nombre del modelo, el Agile. El Agile era un proyecto muy lindo de auto que, lo habían presentado en la temporada anterior y cuando se armó la crisis en Estados Unidos 2008 dijeron «no hay un mang… no hay un dólar, nada». Y tuvimos que salir nosotros a prestarle a la General Motors, yo decía: «Quién te ha visto y quién te ve, Cristina, presidenta y dándole un crédito a GM». Pero bueno, eso es el Estado, eso es la decisión de alguien que tiene  que pilotear, y pilotear, y pilotear la crisis. Yo podría haberme tirado al suelo a llorar y a decir «la crisis que viene de afuera, miren lo que pasó con Lehman Brothers, miren lo que pasó con las hipotecas»…

MF: La tormenta.

CFK: La tormenta, el gobierno. Vos imaginate que… Mirá el nivel de la crisis, que ahí en el 2008 comenzaron a hacerse las reuniones ampliadas del G20. La primera reunión que yo voy, que se hace en el G20, que se hace en Washington, estuvo Bush, ya había salido electo Obama, pero está Bush en esa reunión y nos reunimos por primera vez, el G20 se reúne en Washington. Miren la magnitud de la crisis. Y se reúne a partir de esa crisis, se siguió reuniendo hasta el 2015 y todavía sigue. Bueno, estuvieron hace poquito acá. Pero, fijate vos. Entonces, digo: frente a esa crisis, los argentinos no la sufrieron porque esto es lo que debe hacer un gobernante, hacerse cargo de las cosas y pilotear.

MF: ¿Te puedo hacer una más y no jodo más? Estamos hablando por eso… de sufrimiento y de todos los datos que sabemos de cómo la gente está mal viviendo. Hay algunos que todavía podemos pensar nuestras vidas en términos de semanas y meses pero, hay gente que tiene hambre, hay gente que está sufriendo enfermedad y eso se vive en minutos o en segundos. ¿Qué le dirías a la gente que está aguantando esto por un piolín, y aún así aguanta porque tiene una esperanza que a partir de octubre van a empezar a cambiar las cosas?

CFK: Primero, que después de todo lo que nos pasó, porque esto que nos pasó, nos pasó a todos. Algunos lo sufren, es cierto, mucho más que otros, pero esto nos pasó a todos. Primero, que nunca más se dejen engañar. Segundo, que cuando escuchen o les cuenten, piensen primero en cómo están, en qué se puede hacer y en qué puede hacer cada uno para mejorar, porque también es cierto que no todos están igual. No para todos es la crisis… Para algunos es lo que vos decís, que no podés tener las cosas que tenías antes, pero para otros la vida se les ha complicado en extremos muy delicados. Y yo les diría que pensemos primero que el Estado no es Mongo Aurelio, que el Estado no es alguien que les es ajeno, que el Estado es el instrumento que se creó para que pueda ayudar a los más débiles frente a los más poderosos, si no hubiera Estado sería la ley de la selva. Si no hubiera una legislación laboral la gente viviría como en la etapa de la Revolución Industrial, trabajaría por comida o debería ir presa por sus deudas. Que el Estado y que la política, tan denostada, es el único instrumento que tienen los menos favorecidos de una sociedad para que alguien los defienda y los represente. Que no abominen de eso, porque es el instrumento de defensa. Yo creo que esa es la gran enseñanza y es lo que les diría. Gracias, ¡Muchas gracias La Matanza!

 

 

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