septiembre 4, 2025
Mensaje en la 7° Expo de la Industria y la Producción en Merlo

 

Hola, muy buenas tardes a todos y a todas. Sé que se encuentran reunidos allí en la séptima edición de la feria de la industria merlense, según me informa mi compañero y amigo Gustavo Menéndez, el Intendente de Merlo, que me invitó a dirigirles unas palabras a todos los industriales, a todos los empresarios, a todos los titulares de medianas, pequeñas, pymes, que están reunidos allí, en un momento muy particular ¿no? En donde me dicen que los industriales llamaron a esta edición de la Expo como la de la resistencia. Y la verdad que tienen razón en llamarlo la de la resistencia porque estamos ante el fracaso más estrepitoso y trágico que se está dando con el modelo, si se le puede llamar el modelo macroeconómico, que planteó Javier Milei. 

Ese Milei que en la tele, como panelista, se manejaba con una solvencia que parecía acreedor del premio Nobel, pero claro, una cosa es hablar de economía por la tele y con aficionados o con aplaudidores y otra cosa es ser presidente y estar en la Casa Rosada tomando decisiones.

Bueno, el pasado día viernes, el Banco Central, ese Banco Central que Milei agarraba los palos ahí en los sets de televisión o amenazaba con que lo iba a quemar… Bueno, nada, no pasó nada, ni lo rompió, ni lo quemó, ni nada que se le parezca. Al contrario, parece que quiere quemar y romper toda la industria y a todos los sectores productivos de la Argentina. Porque el pasado día viernes, ese Banco Central publicó su balance cambiario del mes de julio en donde se confirmó lo que venimos afirmando desde hace mucho tiempo: que el problema de la República Argentina, el problema de la macro economía argentina, es la economía bimonetaria. Y se verificó en este balance donde se sigue comprobando el drenaje permanente de dólares, dólares que se van y que no ingresan. Dólares que se van por pago de importaciones, dólares que se van para formar activos en el exterior, o fuga de capitales, como le decimos en mi barrio, o para intereses del pago de la deuda, o para turismo emisivo, o simplemente para ahorro en el colchón. Los dólares se van a raudales y no hay forma de poder juntar reservas. Y teniendo en cuenta, además, el nivel de endeudamiento que tenemos ¿no?. 

Bueno, yo decía la economía bimonetaria, que es la realidad de la macroeconomía argentina. El diagnóstico que tuvo Milei, o que esbozaba Milei, era un problema donde la inflación era solamente un fenómeno monetario y donde con superávit fiscal íbamos a superar todos los problemas que tenía la Argentina.  Bueno, está a todas luces visto que esto no es el problema, que el verdadero problema de nuestra macroeconomía es su carácter bimonetario. Y que este carácter único, yo diría casi a nivel planetario, exige una mirada propia para atender a los desequilibrios de esa economía. Necesitamos construir una mirada propia sobre nuestra propia economía, capaz de generar crecimiento, empleo y salarios de forma sostenida en el tiempo. Porque la aplicación lineal y dogmática de teorías estrambóticas en la Argentina nunca produjo resultado. Tampoco lo produjo los famosos liberales que lo único que han hecho es endeudar al país, empobrecerlos y salir de cada crisis peor de lo que habíamos entrado.

Bueno, no todos salen peor de las crisis. Hay sectores muy reducidos, muy concentrados en la economía, que después de cada crisis son cada vez más ricos. Y vemos que en el camino queda el tendal de comerciantes, de pymes, de fábricas cerradas y de frustraciones. De gente sin laburo, en fin, un paisaje que hemos estado muy acostumbrados en la República Argentina.

Por eso, por el rasgo dominante que tiene el carácter bimonetario, donde la gente también ahorra en dólares y en un contexto económico donde el excedente económico se tiende sistemáticamente a dolarizarse, ya sean los pesos emitidos para cubrir déficit fiscales o se van hacia la demanda de divisas, generando presión sobre un tipo de cambio tanto en el mercado oficial como en sus segmentos paralelos. Lo mismo ocurre con la deuda en moneda local. Toda esta cosa que se armó ahora con las tasas de interés ¿es por qué?. Porque Milei emitió papelitos para cambiar los pasivos remunerados del central, pasarlos al tesoro. Esos papelitos dan intereses que ahora no aparecen, pero que van a aparecer cuando se venzan. Y que cuando aparecen ahora, como cuando se van venciendo las obligaciones los obligan a pagar tasas siderales para que esos pesos no se vayan al dólar. Tasas siderales que terminan reventando a todos los industriales, pequeños y medianos. Y fundamentalmente también a los comerciantes y a los emprendedores. ¿Por qué? Porque es imposible pagar tasas de descubierto en el banco del 100%. ¿Entonces qué tenemos? Se cae el consumo, no tenemos crédito, hay que liquidar stock, una catástrofe. Esto es lo que está pasando hoy en la Argentina con este lunático de presidente.

Por eso digo yo que la crisis argentina no es solo económica, es una crisis de proyecto también. Y creo que la salida no está en el ajuste eterno ni tampoco en un Estado sin planificación. Está en la capacidad que tengamos de construir un proyecto nacional del siglo XXI. Y el primer paso para definir ese perfil productivo que la nación necesita y sobre esa base ordenar la macro economía, se trata de no de ajustar sin para qué. Acá porque hay una cosa de “vamos a ajustar y vamos a ver los sectores que sobreviven”. No, no, no, no. Acá no se trata de ajustar y ver quién queda vivo. Acá lo que se trata es de decidir qué país queremos construir y qué modelo industrial y de valor agregado queremos construir. Y esto es lo que tenemos que hacer.

Y sabemos que para construir esto también necesitamos de la capacitación y de la educación. Porque es imposible agregar valor y productividad en una economía si no tenemos unos trabajadores formados, educados y preparados para un capitalismo que exige mucha tecnología, que exige mucha innovación y que exige mucha creatividad. 

Por eso creo que también el tema de las escuelas industriales, las escuelas técnicas, industriales se la decían cuando yo era chica, me acuerdo. Me acuerdo que en mi escuela primaria en La Plata, en la 102, que queda todavía en 732, en la esquina, en la misma cuadra, estaba la escuela industrial. Ahora se llaman también escuelas técnicas y que es precisamente la capacitación de nuestros jóvenes para el mundo del trabajo. Un mundo que ha tenido una modificación, una transformación brutal a través de las plataformas y a través de todo lo que significa hoy inteligencia artificial. Y bueno, lo que ya sabemos, este mundo que ha irrumpido en forma brutal en tan poco tiempo. Para eso hay que prepararse y para eso se necesita presupuesto para educación, vocación para formar a nuestros jóvenes. Y yo sé que hoy también ahí en esa feria industrial van a entregar premios a pibes que han logrado llegar a la instancia de estar tramitando patentes comerciales en un programa que iniciaron hace casi 6 años, según me ha contado Gustavo.

Así que, bueno, felicitaciones a los emprendedores. Felicitaciones a todos los que siguen sosteniendo la industria nacional y el compromiso y la convicción de saber que tenemos que elaborar y desarrollar un proyecto para el siglo XXI que necesariamente va a tener que implicar también grandes acuerdos sobre dos cuestiones básicas:  empeudamiento y macro economía y su carácter bimonetario. Lo dije alguna vez, ya creo que fue por el 20, cuando dije que teníamos que alinear precios de los salarios, de los servicios, porque en fin, los precios de la economía, que es el tipo de cambio, las tarifas, los salarios, las tasas de interés y los precios de los alimentos no son variables neutras. Son precios estratégicos que estructuran la vida cotidiana y definen la competitividad del aparato productivo de un país. Cuando quedan librados esos precios estratégicos de la economía, cuando quedan librados a la lógica de la especulación, como sucede con esta economía absolutamente especulativa del carry trade, o a la lógica de la concentración económica, donde dos o tres deciden por el resto, sin importar lo que pasa con la sociedad, es cuando se rompe no solo la estabilidad, sino que se rompe el tejido social.

Bueno, nada, mucha fuerza y a seguir trabajando en proyectos como seguir formando a nuestros jóvenes. Un abrazo enorme para todos y para todas y felicitaciones por la vocación de seguir trabajando por la industria argentina.

 

Más Néstor y Cristina:

 

Sitio Oficial de Cristina Fernández de Kirchner

TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS (C) 2013

Sitio Desarrollado por: Dogo Creativo