junio 3, 2022
Discurso completo en el acto por los 100 años de YPF y los 10 de su recuperación

 

Muchas gracias. Muy buenas tardes a todos y a todas. Y bueno, cómo no estar acá y hoy. Acá en Tecnópolis y hoy a 100 días de aquel decreto de Yrigoyen y a 10 años de la recuperación de YPF para todos los argentinos. Yo venía pensando ¿no? o sea… pocas cosas más nuestras que esto. Y venía pensando, porque tuve una hora de viaje, así que… tránsito insoportable pero es buena señal. Y venía pensando en que, de esto, de cosas como esta se trata la política. No son promesas de futuro mejor, no son slogan ni marketing. Si yo me pongo a pensar en Vaca Muerta y en todo lo que puede producir, debo pensar que esa política no la construimos ahora, la construimos el día que volvimos a recuperar YPF. Porque, como bien decía Pablo y reflexionaba, qué hubiera… no hubiéramos estado acá por empezar. Porque festejamos 100 años de YPF pero, YPF había dejado de ser argentina. Se desnacionalizó allá por el año 1997, 1998. Yo recuerdo que Néstor… ¿Te acordás aquel hermoso libro con Torcuato Di Tella “Después del derrumbe? Ahí hace un diálogo muy impresionante, Néstor. Donde hacía una clara diferenciación de lo que fue el proceso de privatización del de desnacionalización que son dos cosas diferentes. Esto para que no piensen que los peronistas o los kirchneristas estamos contra todo lo que sea privado y solamente queremos al Estado y nada más que al Estado. No, no, no, de ninguna manera. Con la privatización de YPF, las provincias argentinas pasaron a tener participación. Las petroleras, por supuesto, las que estábamos nucleadas en la OFEPI. Era un 23, 24 por ciento de todo el capital de YPF que pertenecía a las provincias. Me acuerdo que la provincia de Santa Cruz, como Mendoza, como Neuquén, había recibido una participación importante con los bonos hidrocarburíferos porque éramos las más productoras. Teníamos… llegamos a tener 3,90, 93, 98 del capital de YPF una sola provincia. Y me acuerdo que nos rotábamos el director entre las provincias y a Néstor se le había puesto en la cabeza porque, si llegabas al 5 por ciento, te correspondía un director a vos y no tenías que compartirlo con nadie. Y al tipo se le puso que Santa Cruz iba a tener el 5 por ciento para tener un director y poder incidir en las políticas y en las decisiones del directorio.

Y bueno, se quedó con lo que había recibido de los bonos hidrocarburíferos y ¿saben qué hizo? Empezó a comprar acciones de YPF en la bolsa de Nueva York. En la bolsa… un monstruo. ¿Y con qué los compraba? Con los dividendos que obtenía como provincia producto de su participación en YPF. Además de lo que le daban los bonos de otras compañías, extranjeras inclusive, que había comprado. Estaba en eso de buscar el 5 por ciento el tipo cuando… ¿qué pasó? En el año 98, YPF que también… el Estado nacional que tenía participación del veintipico también, si mal no recuerdo, y tenía  lo más importante: la acción de oro. Con esa acción de oro, vos podías decidir las políticas. Lo que se hacía y lo que no se hacía. Con lo cual, si bien no tenía mayoría ni el Estado ni las provincias, con la acción de oro había control político.

Bueno, ahí se desnacionalizó YPF y las provincias tuvieron que vender sus acreencias porque, si no hubieran quedado absolutamente descapitalizadas. Para que tengan una idea, me acuerdo que… ¿te acordás Zannini, no? Las acciones se vendieron, las provincias las vendimos a 44 pesos, 44 dólares más o menos ¿no? Y a los dos, a los dos, tres días ya estaban en 19 dólares. Para que vean ustedes lo que son los movimientos especulativos. A 44 dólares, aproximadamente, se vendieron y a los dos días estaban a 19. Bueno, moraleja: armó un gran fondo con todo eso que bueno… que después. Fue la única provincia que guardó la plata, todas las demás se la gastaron. El único que tuvo problemas, por supuesto, fue el que había guardado la guita. Es increíble la República Argentina. No, no, maravillosa.

Pero bueno, nada… La construcción política, con dificultades siempre. Tecnópolis, lo charlábamos recién con Alberto y con Parrilli que estaba con nosotros. ¿Saben cómo nació esto? En realidad Tecnópolis iba a ser dos fines de semana después del bicentenario sobre la Figueroa Alcorta. Íbamos a poner unos escenarios móviles. El bicentenario había explotado Buenos Aires, estábamos super orgullosos y entonces nos abocamos a construir Tecnópolis. Pero, el entonces Jefe de la Ciudad, M M, no nos dio la autorización. ¿Qué hicimos? Esto, Tecnópolis, que todavía está presente. Y de esto se trata, ante la adversidad, pecho, coraje y vamos a hacer algo más y mejor. Como le pasó a Yrigoyen. Ustedes saben que Yrigoyen mandó un proyecto de ley para crear YPF al parlamento. Y controlaba la cámara de diputados nada más pero las provincias eran conservadoras y los conservadores… tres años estuvo con el proyecto de ley esperando que se lo aprobaran. No. ¿Qué hizo? Decreto. La historia se construye también frente a las adversidades. Esta es la historia. Venía pensando en eso y en esta crítica permanente que hay ¿no? de que no hay una dirigencia política. Se impugna la política in totum, Alberto. Que no hay gente que piense en lo estructural, que está todo mal, que nunca se hizo nada en 30, algunos dicen 40, otros… los que quieren, otros dicen 70, otros dicen en los últimos 100 años. Según tu posicionamiento ideológico le das 40, 70 o 100 y así podemos seguir. Es así.

Bien… y ¿vos sabés que venía leyendo un artículo que escribió…? No lo conozco, Lucas Arrimada, dicen que es un profesor de la UBA, de Derecho. Y dice que… me gustó mucho lo que escribió, una nota de opinión: “Gobernar no es sacarse selfies en reuniones. Banalidad del mal, narcisismo chico y gestión pública”. Lo leo, es cortito. “La clase política piensa el slogan”, que es cierto eso, “con punch”. “Pero no puede superar muchas veces la retórica vacía, la autoafirmación -muchas veces- patética, likes y retweets como estrategia hacia la nada cortoplacista, hacia el abismo del descontento social y los problemas estructurales.” Tiene razón, en cierta manera, lo que dice el artículo pero, cuando prende la televisión y escucha que nadie hace nada y gente que destila odio contra la política como si no hubiera sucedido nada en nuestro país en los últimos 30, 40, 50 años… yo me he permitido hoy traer un pequeño videíto porque creo que algunos problemas estructurales de la Argentina los abordamos y los habíamos solucionado. Los habíamos solucionado. Si me permiten, un videíto, dura 1 minuto 56. No chiflen, no digan nada, escuchen atentamente, por favor se los pido. Por favor.

Bueno. Hola, ¿qué tal? Aquí está la estrafalaria africana, subsahariana. Yo creo que nadie, sea de izquierda, de derecha, de arriba, de abajo, conservador, radical, macrista, puede negar que desde 1983, vamos a cumplir 40 años de democracia el año que viene, el principal problema estructural que tenía la Argentina era el peso de su deuda externa y tooodos los condicionamientos en torno a esa deuda. Y digo esa fecha porque, hasta el golpe de 1976, Perón había pagado el último cachito del Fondo Monetario cuando le tocó ejercer su tercera presidencia. Se había ido el Fondo y la deuda era algo así como 5000, 7000 millones de dólares. El gran drama comienza con la dictadura, por donde se lo mire. Desde los Derechos Humanos, desde el endeudamiento, desde el cambio de matriz de acumulación económica de la República Argentina que pasa de un modelo industrial y de trabajo a uno financiero y de especulación. Pero bueno, esto recibe la democracia: 45.000 millones de deuda en moneda dura, claro. Esto fue un inmenso condicionamiento para el Estado y también para las empresas, en definitiva y también para las familias.

Yo lo escuchaba recién decir que, porque éramos muy estrafalarios, no habíamos endeudado a la República Argentina. Qué bárbaro. Qué bárbaro. Y, como si no lo relacionara, decía que tampoco las empresas se habían endeudado. Y como si no tuviera relación también decía que las familias tenían un bajísimo endeudamiento. ¿Y por qué? Porque, además, en esos 12 años y medio, en los cuales no nos endeudamos, además comenzó un proceso de industrialización y de mejora de los salarios que llevó a que, de punta a punta, 2003-2015, los salarios de los argentinos crecieran 78 puntos. 78 puntos crecieron los salarios, que por supuesto cayeron 20 en los 4 años posteriores. Y las empresas tampoco tenían endeudamiento. Casualmente, porque además había habido una tarea de mucho consumo en la República Argentina y de mucho crecimiento para todas las empresas. Y, además, en ese momento, llegamos también a una participación de los trabajadores en el producto bruto, del 51 por ciento sobre el 49 por ciento que remuneraba capital. Yo sé… no lo digo para que aplaudan, digo para que pensemos lo que hicieron. De esto no va a escuchar nadie nada en la televisión. No le van a preguntar nada a nadie, nada a nadie.

Yo puedo admitir, es cierto que no pudimos solucionar el tema ni de la inflación ni de la economía bimonetaria. Pero lo cierto es que entre el 2014, que había habido una devaluación  allá por enero del 2014, y llegamos a un  38 por ciento de inflación, al año siguiente, en el 2015, Alberto, llegamos al 26,9. No son números del INDEC para los que me escucharon en Chaco. No son los del INDEC, son los del Instituto de la Ciudad de Buenos Aires. O sea, esa reducción de 11 puntos está medida por el macrismo en la ciudad, por el ingeniero Macri en la Ciudad de Buenos Aires.

Yo puedo admitir que, cuando hay una remuneración fuerte al trabajo, del 51 y el 49 del capital, tenemos tensiones inflacionarias. Pero bueno, yo creo que debemos definitivamente centrarnos en que gobernar es, también, administrar esas tensiones y hacerlo en favor de las grandes mayorías. Porque, yo digo, el que quiera gobernar la Argentina sin tensiones ni conflictos yo le recomiendo que se postule para la presidencia de Suiza pero, acá en la Argentina, salvo en los cementerios, siempre en todos lados hay tensiones… Y más o menos me dice ahí uno… No, respetemos a los muertos por favor… salvo en los cementerios, hay tensiones y conflictos.

Esta era la situación de endeudamiento y que es muy importante ¿Por qué? Porque cuando uno tiene un endeudamiento en moneda dura, debíamos únicamente el 8 por ciento en moneda dura, en el marco de una economía bimonetaria, el mercado te está midiendo todo el tiempo los vencimientos que tenés. Sea para el Fondo Monetario Internacional o sea para los tenedores de bonos privados y te mide con las reservas que tenés en el Central. Especulación, corridas, etc… O sea: hay razones de administración del Estado también para que el endeudamiento en moneda dura no sea bueno. Sobre todo, además, cuando es solamente producto del carry trade y la especulación financiera. ¿Por qué digo esto? Porque, con defectos, con errores, por ahí con modales que a muchos no les gustaban, los argentinos, nuestro espacio político en esos 12 años y medio había encontrado la forma de desendeudar a la Argentina. Habíamos creado, con las reservas del fondo central… Es más, terminamos pagando deuda Boden 12. ¿Qué es el Boden 12? El Boden 12 es el corralito. El Boden 12, que pagamos miles de millones de dólares en el año como su nombre lo indica. Ah, hace 10 años también, mirá, fíjate… Recuperamos YPF y además le pagamos el corralito a la primera alianza. Yo sé que los millenials no deben saber qué es el corralito porque recién habían nacido. A los jóvenes millenials les cuento: se les quedaron a los argentinos con todos los ahorros en pesos en los bancos. Nadie podía sacar nada, la gente salía a la calle. Cayó el gobierno. El de Alfonsín había terminado antes también porque había habido una corrida porque no se contaban con los dólares para hacer frente a los vencimientos de deuda externa. Miren ustedes como se vinculan las  crisis institucionales con las crisis de deuda.

Habíamos dado respuesta a esto. Y además, en el año 2012, cuando se produce la crisis energética y por primera vez en el año anterior, en el 2011, nos convertimos en importadores netos de petróleo y gas. YPF, por supuesto, en manos de Repsol. En manos, no solamente privadas, en manos extranjeras. Y fíjense ustedes qué curioso ¿no? porque del año 1997 hasta el 2002, 2003 que empiezan nuestras políticas de empoderamiento, nuestras políticas industrialistas, nuestras políticas de agregar valor, de científicos, etc… Hasta ese momento los dividendos que se repartía YPF, promedio, año a año eran 490, 480 millones de dólares. A partir del año 2002, 2003 hasta el 2011 triplicaron los dividendos. YPF-Repsol llegó a constituir el 50 por ciento de los dólares que se giraban al exterior como dividendos y utilidades. Pero, curiosamente, con nosotros habían triplicado la rentabilidad, triplicado las ventas pero, habían caído como indicó el presidente de YPF, las reservas, los pozos de petróleo, la exploración, la producción, todo había caído. Lo único que subió exponencialmente y por precio además, y por precio además de consumo, era lo que le vendían a la gente que, ahora sí, tenía poder de compra y de consumo.

Y, curiosamente, digo porque mientras duró la convertibilidad, que YPF estaba privatizada. Mientras duró la convertibilidad, la economía dolarizada, claro en la Argentina hubo un  proceso brutal de desindustrialización y entonces no era necesario gas. Llegamos a venderle prácticamente a precio de regalo a Chile el gas. Esto no lo denuncié. Yo me acuerdo de haberlo leído allá por los 90 en el diario de Julio Ramos, Ambito Financiero. No lo leí ni en el Granma ni en Página 12, lo leí… que decía, no me acuerdo ya la cifra: dos dólares, tres dólares y pico el BTU y resulta que del otro lado a consumidores residenciales y a consumidores industriales se lo daban a cifras tremendas.

Bueno, es entonces cuando tomamos la determinación. No fue una decisión ideológica. No fue una decisión dogmática. Fue una decisión realista. Recuperar la soberanía hidrocarburífera para los argentinos. ¡Mamita. La que se armó! Me acuerdo… debo decir que los radicales votaron, la mayoría de los radicales votó la ley… Pero, me acuerdo, miren: acá tengo una tapa. Mirá Alberto. Miren. ¿La ven? Nación. “Expropiarán el 51 por ciento de YPF y España amenaza con represalias”. Acá estoy yo de espaldas. Ahí estás vos, Wado, con bigotes todavía acá. “La Presidenta le dio un portazo al mundo.” Le dio un portazo al mundo. Clarín. No este es Tiempo Argentino, perdón. “Expropian YPF y el 51 por ciento será del Estado”. A diferencia, Página 12 puso “Argentina, YPF”, la bandera. Tiempo Argentino: “YPF vuelve a ser argentina”. Lo que era realmente. ¿Y por qué ponían “expropia, expropia, expropia”. Porque vos te debés acordar, Alberto, Clarín había lanzado: “empieza la fase expropiatorio del kirchnerismo”. Habíamos ganado las elecciones, la re elección, por una amplísima mayoría, solamente Perón tuvo más votos lo cual me llena de orgullo… Y sí. Y Clarín comienza, entonces, a decir: “comienza la fase expropiatoria del kirchnerismo”. Querían convencer que les íbamos a sacar todo por todo. Para colmo alguien había gritado en un acto en Rosario una vez: “vamos Cristina por todo” y yo dije: “bueno, sí vamos”. Mentiras. Sabían que era imprescindible recuperar la soberanía hidrocarburífera para tener un proyecto de país. Pero bueno, no me quejo, no me quejo, son los riesgos que se tiene. Pero mirá, no importa porque yo digo: los que le negaron el voto a Yrigoyen de YPF. ¿Quién? No se acuerda nadie de ellos y hoy acá estamos recordándolo a Yrigoyen y a YPF.

Así que… yo creo que tenemos que entender que las decisiones, que responden siempre a los intereses de las grandes mayorías, encuentran muchas críticas, muchos escollos, muchas zancadillas pero, créanme, que es indescriptible la sensación y los sentimientos que uno experimenta cuando siente que ha cumplido con un deber. Y yo siento que he cumplido con el deber de devolverle a los argentinos YPF, Vaca Muerta y todo el inmenso potencial.

También quiero decirles que… ahí me dejé los papelitos porque no me tengo que olvidar de cosas. Claro, porque junto con la recuperación de YPF, también fundamos y creamos YTEC que es YPF tecnológica cuya sede está en Berisso. Fue una de las últimas inauguraciones que hicimos, creo, por allá por el 2015. De acá lo veo a mi querido amigo y compañero, excelente científico, Roberto Salvarezza, un gran científico y un gran compañero. Me acuerdo que inauguramos YTEC que es una gran creación, es la empresa tecnológica de energía más importante del país en asociación con el CONICET. Ahora están liderando un estudio y un proyecto de H2… ehh, ¿no? sobre hidrógeno. Creo que esto es un poco el valor agregado que le dimos a la YPF recuperada. Ciencia y tecnología para seguir agregando valor y soberanía a nuestro país. Y creo que, por ejemplo, lo que viene siempre dicen que el futuro, bueno, siempre nos hablan del futuro. Yo digo que el futuro se construye en el presente. El futuro no se construye únicamente porque apelemos o enunciemos verbalmente “vamos a hacer esto, vamos a hacer lo otro”, no. Se construye todos los días. Yo tengo una gran esperanza en que Argentina se convierta en una gran productora de energía para un mundo que lo necesita. Pero esto no es magia. Ya saben que yo no creo en la magia. No es magia, nada de lo que hicimos fue magia. Y esto tampoco. Tampoco creamos mágicamente que nos vamos a salvar porque vamos a tener 33.000 millones de dólares de exportaciones de Vaca Muerta porque, si al mismo tiempo que tenemos esa exportación, no cuidamos los dólares o tenemos festival de importaciones… O, de repente, no impulsamos que quien ha ganado la provisión de los caños del gasoducto que vamos a hacer, el Néstor Kirchner, que dicho sea de paso se hace con el 25 por ciento del aporte solidario que sancionó el Congreso de la Nación cosa que me llena mucho de orgullo.

Tenemos también que comenzar a exigir porque, quien provee los caños que es una gran empresa multinacional de origen argentino y que la mayor parte de su capital la hizo aquí en Argentina a partir de la privatización de la siderurgia que también estaba en manos del Estado… Pedirle que la chapa laminada que hacen en Brasil la traigan acá con línea de producción para hacerla acá. Muchachos: no podemos seguirle dando 200 millones de dólares para que se paguen ustedes mismos en la empresa subsidiaria que tienen en Brasil. Pongan la línea de producción de chapa en Argentina, si han ganado fortunas en la Argentina. El balance, Alberto, del 2021, les triplicó lo del 2020. Y es una industria muy importante, Alberto, porque es una industria que es insumo difundido para toda la economía. Son las chapas de la industria automotriz, de la metal mecánica, es la chapa de la construcción, es la chapa de los artefactos eléctricos, lavarropas, heladera, etc… El valor difunde a toda la cadena.

Entonces, si los preferimos por ahí a compradores extranjeros, pidamos que entonces esa línea de producción para los caños sin costura de los gasoductos, la traigan acá a la Argentina. Todavía tienen un horno apagado que se apagó en la época del macrismo. Yo me acuerdo… lo veo acá a Axel cuando era el representante de ANSES en el directorio de SIDERAR y logramos, discutiendo, charlando bien, bien, bien… logramos que duplicaran el horno de colada continua y, entonces, duplicaran la producción. Y la verdad que tenemos que ir a esas cosas porque no vamos a hacer solamente ese gasoducto Néstor Kirchner. Si tenemos la reserva que tenemos en materia de gas, si además frente a Mar del Plata, si además yacimientos que se han descubierto en el sur, en Santa Cruz, en la zona norte, en la zona sur de Santa Cruz… vamos a hacer muchísimos gasoductos, como el gasoducto que hizo la Total, también durante nuestra gestión, que cruzó, cruzamos dos veces… Nuestra gestión cruzó una vez. Ya estaba, cuando llegamos nosotros, ya había un gasoducto desde Tierra del Fuego. Pero nosotros, la Total, tiró la segunda línea de gasoducto y en Vega Pléyade que recién se empezó a explotar en el año… febrero del 16 pero, eso lo hicimos durante nuestra gestión con la gente de Total. Si se puede, se puede, pero hay que sentarse no como amigos. Hay que sentarse como… pidiéndoles que devuelvan algo de lo mucho… No le estamos pidiendo ni que regalen, ni que pierdan plata. Nadie le pide a nadie regalo porque si yo fuera empresaria tampoco lo haría. Yo siempre tengo una máxima: no le pidas a los demás lo que vos no harías en lugar de esa misma persona. No falla nunca eso. Permite identificar correctamente qué comportamiento adoptar.

Entonces necesitamos eso para que esto no sea una apelación… “y vamos a tener”. Tenemos que cuidarlo porque, además, Alberto, hay un deporte nacional por apoderarse de las reservas que hay en el Banco Central bajo distintos mecanismos. Sobre todo cuando tenemos una brecha como la que tenemos. Entonces tenemos que… yo siempre le digo, te dije la otra vez cuando hice un documento, que vos tenías la lapicera. Yo lo que te pido es que la uses, la uses con los que tienen que darle cosas al país. Hay que usarla. Que no significa ni pelearse ni nada pero, significa que es necesario. Y que la sociedad sepa, además, el esfuerzo que tenemos que hacer y que tienen que hacer porque les ha dado mucho la Argentina a muchísima gente. O no a tanta en realidad. No a tanta.
Pero bueno, nada, quería hacer estas reflexiones no porque me considere ni la más inteligente sino porque viví ocho años o doce años y medio más los doce de Santa Cruz… en donde muchas veces creemos que las cosas se hacen solamente por una cuestión de suerte, de magia o… No. Todo es producto de un enorme esfuerzo. De un inmenso esfuerzo, sacrificio y jugar siempre a los intereses de las grandes mayorías. Lo vi a Néstor quemar su vida en eso así que sé de qué se trata y cómo hay que hacerlo.

Pero bueno, nada, para terminar así le dejamos la palabra al Presidente… En estos momentos se está llevando a cabo una movilización del Ni Una Menos. Toda mi solidaridad con las mujeres, las que sufren violencia física. Pero déjenme decirles que siempre, antes de la violencia física sobre las mujeres, siempre hay primero una violencia simbólica, la de la palabra. Y créanme que, como la primera Presidenta mujer de este país, puedo dar cátedra acerca de violencia simbólica. Pero claro, nunca es comparable con la física aunque algunos, si pudieran, por ahí te… pero bueno. Nada, quería terminar de esta manera y decirle a todos que tengamos fe, que tengamos mucha esperanza en nuestras propias fuerzas. Nadie va a regalarnos nada. Tenemos que construirlo con esfuerzo y con sacrificio y con enorme solidaridad sobre todo para los que menos tienen en nuestro querido país y patria.

Gracias a todos y a todas.

 

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